viernes, 9 de enero de 2015

EL ABUELO

Ese abuelo que está celebrando su cumpleaños con su familia y durante la comida familiar, el abuelo empieza a inclinarse hacia un lado de la silla de tal manera que todos creyeron que se iba a caer de la silla, con lo que todos los componentes de la familia empezaron a gritar:

-¡EL ABUELOO, EL ABUELOO...¡QUE SE CAE!.

Y algunos familiares cogen al abuelo para sentarlo recto. Al rato, el abuelo se vuelve a vencer hacia un lado y se vuelve a repetir la misma situación. Unos cuantos empiezan a gritar:

-¡EL ABUELOO, EL ABUELOO...¡QUE SE CAE!.

Y de nuevo otros familiares enderezan al abuelo.

Al rato otra vez, el abuelo vuelve a inclinarse lentamente hacia un lado y por tercera vez los familiares que no le quitaban ojo al abuelo por si se caía empiezan a gritar:

-¡EL ABUELOO, EL ABUELOO...¡QUE SE CAE!.

Y de repente el abuelo se levanta de la silla y le grita a todos:

-¡¡PERO ME VAIS A DEJAR QUE ME TIRE EL PEDO DE UNA VEZ!!...


En el cumpleaños centenario del abuelo esta toda la familia reunida cantándole el Feliz Cumpleaños, en esto que el abuelo, viejísimo, se ladea, parece que se va a caer de la silla, y todos gritan: - ¡El abuelo! ¡el abuelo! ¡cuidado con el abuelo! Y entre todos lo ponen en la posición correcta. Al cabo de un rato la misma situación: - ¡El abuelo! ¡el abuelo! ¡cuidado con el abuelo! Y así varias veces, hasta que al final el abuelo dice: - ¡Pero la leche! ¡Ni en el día de mi cumpleaños me puedo tirar un pedo tranquilo!

...QUE TE VAS A MORIR!

Una mujer acompañó a su marido a la consulta del médico. Después del chequeo habitual, el médico llamó a la mujer sola a su despacho y le dijo:
- Señora, su marido tiene una enfermedad muy grave, combinada con un estrés terrible. Si no hace lo siguiente, su marido se morirá.

Cada mañana, prepárele un desayuno saludable.
Sea amable y asegúrese de que esté siempre de buen humor.
Prepárele algo rico para comer, que le alimente bien y que pueda llevar al trabajo.
Cuando regrese a casa debe esperarlo con una cena especial.
No lo agobie con tareas, porque podría aumentarle el estrés.
No hable de sus problemas ni discuta con él, sólo agravará su estrés.
Intente que se relaje por las noches, utilizando ropa interior "sexy" y dándole muchos masajes.
Y lo más importante, haga el amor con él varias veces a la semana.

Si puede hacer esto durante los próximos 10 o 12 meses, creo que su marido recuperará su salud completamente.

De camino a casa, el marido muy preocupado le pregunta a su mujer:
-¡Cariño!...¿Qué te ha dicho el médico?.

La mujer se queda pensando en lo que le dijo el doctor y tras unos segundos le responde al marido:

 -Cariño, lo siento pero...¡que te vas a morir!

VIOLADOR DE MONJAS

Esas dos monjas que salieron del convento para ir a comprar al pueblo, pero entretenidas por la atención que le prestaban a las compras que estaban haciendo se les hizo de noche. Al darse cuenta de que estaba anocheciendo, una de de ellas le dice a la otra:

-Hermana Dulce, deberíamos irnos ya al convento...¡Se está haciendo de noche!.

Sor Dulce, le responde a la hermana Sor Ángela:

-Hermana Ángela, si nos vamos ya, pero usted se ha dado cuenta de que un hombre nos está siguiendo?.

La hermana Ángela aterrada le vuelve a preguntar a su compañera:

-¿Y qué hacemos?...¿Qué querrá de nosotras?...

La hermana Dulce, le dice:

-¿Qué cree usted que va a querer?...¡Pues violarnos!...Pero tranquila hermana, usted váyase al convento que yo lo distraigo...

Con lo que la hermana Ángela emprende el camino de regreso al convento. Al cabo de 2 horas, llega la hermana Dulce al convento y la hermana Ángela al verla llegar, sale a su encuentro y le dice:

-¡Hermana Dulce!...Ya estaba preocupada por usted...¡ha tardado mucho!...¿Qué ha pasado?...

La hermana Dulce con calma le dice a la otra monja:

- Pues nada hermana, ha pasado lo que tenía que pasar...el hombre me alcanzó, me miró, yo lo miré, sin decirle nada me levante el hábito, él se bajó los pantalones....y nada, luego salí corriendo hacia el convento.

La hermana Ángela, extrañada le vuelve a decir a la monja:

-¿Cómo que "nada"...?...Algo pasaría, ¿no intentó cogerla otra vez ni nada...?.

Y Sor Dulce le vuelve a decir:

- ¡Claro que lo intentó hermana, pero no pudo....¿Usted quién cree que corre más?....Una monja con el hábito subido o un hombre con los pantalones bajados?...